Tras dar aquellos primeros pasos con la camiseta de Vélez Sarsfield y luego de estadías por Independiente y por León de México, Lucas Romero parece haber encontrado, en Brasil, su lugar en el mundo. De hecho, se consolidó como una pieza clave de Cruzeiro, donde ya había tenido un interesante paso previo y en un lugar en el que, en la actualidad, es referente, titular indiscutido y muy querido por los hinchas.
En medio de ese panorama, ya con 31 años de edad, el polifuncional volante central oriundo de Loma Hermosa, provincia de Buenos Aires, dialogó en exclusiva con BOLAVIP. Así las cosas, quien formó parte de los diversos seleccionados juveniles argentino proporcionó detalles sobre su pasado, su presente y también su futuro.
¿Cómo andás por allá? Sos casi un brasileño más.
La verdad que bien, contento. A la vez, con mucho desgaste, tanto psicológico como físico, por todo lo que conlleva jugar en esta liga, en Brasil. Para mí está entre las mejores cuatro o cinco mejores ligas del mundo. A nivel club, también. La verdad que es un club muy grande, con una estructura de primer nivel y muy contento, con muchas expectativas este año, la verdad que estamos bien. Así que bueno, esperamos cerrar este año, si Dios quiere, coronando porque se viene laburando muy bien.
Sos el jugador extranjero con más partidos en la historia del club. ¿Cómo vivís la situación de ser un jugador tan querido para el Cruzeiro?
La verdad que es lindo. Siempre uno tiene en la mente eso de la rivalidad Argentina-Brasil y que un argentino sea tan querido en un club brasileño, la verdad que impacta en un inicio y el cariño y el respeto son recíprocos. Se generó un cariño y un respeto muy grande por el club, tanto mío como mi familia, y por más que yo siempre diga que soy hincha de Vélez, que fue el club que me formó y que me dio la posibilidad de volverme profesional, hoy estoy muy encariñado con Cruzeiro.
¿Y con tu contrato ahora cómo es la situación?
Se me vence en diciembre de este año, pero ya la situación está bastante avanzada con la renovación. Es solo cuestión de detalles para poder extender un tiempo más. Todavía no puedo decir el tiempo de extensión, pero sí la idea es poder seguir en el club. La gente que está hoy en el club y el dueño me quieren mucho, así que tambien entienden que soy importante en el proyecto del club porque sé lo que significa Cruzeiro.
¿Qué les faltó para coronarse en noviembre en la Copa Sudamericana?
Fueron 25 minutos en los que Racing entró a jugar una final y nosotros no estábamos en partido y por eso nos costó llevarlo a cabo. La realidad es que nos costó la final, nos costó un título. Lo habíamos planificado mucho, lo veníamos trabajando mucho. Cruzeiro volvía a jugar una final internacional después de muchos años también y después lo que había vivido cuando estuvo un tiempo en la segunda división. Hoy realmente Racing está en un gran momento, es uno de los equipos creo que más regulares en el campeonato argentino o en lo que es competencia internacional desde el año pasado y creo que tiene todo para hacer una buena competencia internacional este año.
La frase típica de que no se puede competir con los brasileños es una excusa que se usa acá en el fútbol argentino, ¿coincidís?
Sí, eso queda de lado totalmente. Fijate los números que invirtió Cruzeiro el año pasado, a mitad de semestre, cuando llegó el nuevo dueño. Pedro Lorenzo llegó con una política de querer volver a ser un Cruzeiro vencedor pero de una forma más progresiva. No te quiero mentir, no sé el número exacto, pero fue una inversión grande y eso no te llevó a ganar a la Sudamericana.
Hablame de Ronaldo.
Cuando estaba en Independiente en 2022, me quedaban seis meses para terminar el contrato y tengo dos propuestas en la mesa, que eran Cruzeiro nuevamente y el Inter de Porto Alegre. Realmente en términos deportivos, en ese momento Inter de Porto Alegre era mejor porque jugaba la Libertadores, porque venía más consolidado y Cruzeiro era el Cruzeiro que volvía a jugar el Brasileirao con otro tipo de estructura. Ahí me llamó Nicolás Larcamón, después de un entrenamiento de Independiente. No sentía que era momento para volver a Brasil, porque había perdido mi papá hacía poco tiempo y yo sabía lo que era Brasil como exigencia. Y decidí probarme en otro mercado como en ese momento era el mexicano. Vi una posibilidad de poder irme bien y abrirme también una puerta en ese mercado. Y bueno, fue así que charlé con Larcamón y le di el ok, los clubes, estaban con todo encaminado y bueno, n ese momento me llamó Ronaldo. Me llegó un mensaje en realidad, por WhatsApp. En un principio pensé que era fake, porque no lo tenía agendado. “Soy Ronny, ¿te puedo llamar? ¿Estoy a tiempo de convencerte?”, me puso. Y cómo le decís que no a Ronaldo. Yo ya había dado la palabra a México, a León, pero con su llamado me cagué un poco. Le respondí y tuve que rechazar porque había acordado todo con León. Lo tuve que cortar al Fenómeno.

Lucas Romero en León. (Foto: Getty)
¿Cómo repercutió en vos la pérdida de tu papá?
Es duro decirlo, pero me agarró bien parado. Yo había vuelto a Argentina hacía tres años y medio y tuve la suerte de disfrutarlo a mi viejo. Él siempre fue un papá presente que me acompañó en todo momento. Un papá con todas las letras, con una maldita enfermedad, lamentablemente. Y bueno, volvimos, peleamos juntos, fueron años difíciles. Un día festejamos el cumple de mi sobrina. A las 11 de la noche nos despedimos y se fue a dormir. Y al otro día no se levantó, falleció de un paro cardíaco. Para mí fue un héroe. Fue un golpe duro, pero que me agarró bien parado porque siento que le di todo como hijo. Yo estoy en paz. Le di todo como hijo, él me dio todo como padre, nos dimos mucho amor y se fue ganador en la pelea que tuvo con esa enfermedad de la adicción.
En 2014, antes de irte de Vélez, la estabas rompiendo y se hablaba de tu posible presencia en el Mundial porque Sabella te tenía entre ceja y ceja.
En 2014 estaba el tema de que supuestamente estaba en la prelista para el Mundial. Habían sufrido lamentablemente las lesiones de Banega y otros. A mí lo que me hacía ilusionar era que, por ejemplo, Seba Domínguez me decía que Sabella lo llamó preguntando por mí. Me decía que le contó que era un buen chico, muy maduro y que no iba a tener problemas de ponerme la casaca de la Selección y jugar. Siempre estuvo eso como una posibilidad, que me estaban siguiendo. Después, cuando llega Martino también, me mandaron a hacer una vez la visa de China porque también había unos amistosos ahí. Después sí las Olimpiadas, que fue una experiencia linda, pero la mayor ahí fue una deuda que me quedó. Hoy la verdad que la selección está muy bien. Lo veo más lejano por los jugadores que hoy tienen en el mediocampo.
Experiencia rara la de los Juegos Olímpicos, ¿no?
Sí, fue difícil para mí. Ese momento a mí me curtió mucho. Yo venía de muchos años de titularidad en Vélez y me tocó ir a las Olimpiadas viniendo de Cruzeiro. A los jugadores de Europa no los dejaban y creo que habían venido Angelito Correa, Gero Rulli y después muchos jugadores de Argentina. Yo era uno de los pocos que era del exterior y me peleé acá cuando firmé el contrato, porque dije que en las Olimpiadas iba a estar sí o sí. En ese momento el que estaba en todo era Chiqui Tapia, que estaba de apoyo en todo. Ponía plata de su bolsillo cuando AFA por ahí no tenía. Muy bien toda su parte.
¿Cómo vivís vos la realidad de Vélez?
Para mi, Vélez es el mejor club del mundo, el mejor club de Argentina. Siempre le digo a la gente que vaya a ver a Vélez, que vea jugadores de Vélez. Vélez es una constante. Lo vivo, lo acompaño mucho. En términos de política no me meto ni nada, pero es un club que se merece estar bien por la gente. Y se merece estar bien por lo que le da a Vélez al fútbol argentino. Vélez es un club que durante muchos años puso seriedad, pasó a ser el club modelo a nivel nacional. Todavía está la ilusión de volver a jugar ahí. Me fui siendo un nene y volver más maduro y como un hombre sería mi ilusión.
¿Qué significa Gareca en tu carrera?
Es el mejor técnico que tuve. Se puede decir que es un padre futbolístico. Ricardo es un señor de pocas palabras. Me generaba mucho respeto para mí y para todos. Fue la persona que me dio la posibilidad de transformar mi vida, de ser lo que yo soy en la realidad, en lo deportivo. La verdad es que fue importante para mí.
¿Te ves como entrenador?
Tengo el curso ya hecho y todo, pero también me gusta el tema de la gestión, No de empresario, sino de la gestión dentro del club. Directivo deportivo, algo así. Y ajeno a esto, tengo una intimidad que contarte. Hice una promesa muy grande con un amigo mío, de la infancia, que hasta el día de hoy es mi amigo: yo le dije que iba a jugar en Chacarita. Él es hincha fanático de Chaca y le prometí que iba a jugar ahí. Vamos a ver si se da, si la carrera me lo permite.

Lucas Romero en Independiente. (Foto: Getty)
¿Estuviste cerca de Boca alguna vez?
Cuando estaba en Independiente, en Boca estaba Miguel Russo como DT. Yo estaba pasando un buen momento y me buscaron. Después, en diciembre del año pasado, también estuve, no sé si cerca o en la mente de la dirigencia y del consejo o del entrenador, porque nos habíamos encontrado y tuvimos una charla rapidita en un momento, así que sí. La charla fue con Gago, que me conocía de Vélez. Me dijo que estaba en su cabeza como refuerzo. Tal vez no estaba en los planes de la dirigencia, eso uno nunca sabe, pero no se dio. Fue solamente eso, esa situación en la que se puede haber dado.